APOYAR se une a la del celebración día internacional de las mujeres indígenas que se lleva a cabo cada 5 de septiembre desde el año 1983, cuando se estableció en el Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tihuanacu, Bolivia, para honrar la memoria de Bartolina Sisa, indígena y guerrera Aymara que lideró grandes grupos originarios en contra de la opresión ejercida por las fuerzas invasoras españolas y quien fue brutalmente asesinada por las mismas el 5 de octubre de 1782. Bartolina Sisa se erige hoy como un símbolo de resistencia y lucha de las mujeres indígenas latinoamericanas contra las múltiples discriminaciones y abusos de las que son sujeto.
El día de hoy saludamos a las MUJERES de los 7 pueblos indígenas que habitan el departamento de Arauca (Makaguán, Hitnü, Betoy, Uwa, Sikuani, Inga y Quichua), a todas ellas extendemos nuestra solidaridad, respeto y admiración por sus sabios aportes a la agricultura orgánica, elaboración de artesanías, uso de medicina tradicional, partería, transmisión de la historia oral de sus etnias, preparación de alimentos, fortalecimiento comunitario, elaboración de casas, utensilios, recolección de frutos, cuidado de niños, niñas, personas mayores y enfermas, enseñanza de tradiciones (juegos, cantos, leyendas, recetas, etc.) También por su firme resistencia frente a una historia de discriminación étnica y una extendida violencia basada en género que les afecta dentro y fuera de sus comunidades.
APOYAR, a través de su labor social, ha entrado en contacto con las diversas realidades que atañen a las mujeres indígenas araucanas y sabe del esfuerzo requerido a nivel comunitario, institucional y social para que ellas gocen (bajo los preceptos de sus prácticas culturales, deseos e intereses) plenamente de sus derechos humanos.
He aquí algunos ejemplos de la situación de derechos humanos de las mujeres indígenas araucanas:
- Las mujeres indígenas se ocupan de las labores de cuidado y reproducción social de sus comunidades, es decir, son las encargadas de mantener limpios los espacios de habitación, preparar alimentos, obtener agua potable, cuidar niñas, niños, personas mayores y enfermas, etc. Este arduo trabajo cotidiano actualmente carece de valor monetario y por ende, dependen económicamente de los hombres.
Ellas manifiestan que los programas del Estado involucran a los hombres en actividades económicas en las cuales ellas no pueden participar porque no se ajustan a sus deseos y tiempos. Entonces, se requiere idear acciones que liberen el tiempo de las mujeres y así permitirles ocuparse en actividades productivas ajustadas a sus intereses, de las que obtengan ganancia y manejo de recursos propios.
- Educación. La mayoría de las mujeres indígenas de Arauca son analfabetas porque no logran acceder a la ya precaria educación básica y media que el Estado ofrece a las comunidades indígenas. Ellas, desde temprana edad, están a cargo de los trabajos de cuidado de sus comunidades, especialmente de niños y niñas, y al no haber centros de desarrollo infantil con enfoque étnico donde puedan dejar a sus hijos, no tienen tiempo libre para su educación; además la escuela tampoco se acerca a ellas para ofrecerles educación dentro de sus comunidades.
- Participación Ciudadana. Las instituciones del Estado a nivel nacional, departamental y municipal suelen hacer concertaciones con los dirigentes de los pueblos indígenas para acordar posibles proyectos de desarrollo social, infraestructura y productivos. No obstante, estos gobiernos étnicos están compuestos en su gran mayoría por hombres que hablan desde sus intereses, saberes y deseos. Esta situación ha representado para las mujeres indígenas una invisibilización de sus necesidades, potencialidades e intereses, por lo que rara vez los proyectos acordados desarrollan actividades que les beneficien. Por ello, es prioridad establecer canales de comunicación directos con ellas o sus lideresas para que las políticas públicas y actividades programadas cumplan con el principio de equidad de género y promuevan el empoderamiento de las mujeres indígenas.
Estos son tan sólo tres ejemplos de situaciones que vulneran los derechos de las mujeres indígenas, sabemos que ellas tampoco gozan plenamente de su derecho a la salud, justicia, libre movilización, no violencia, seguridad, etc.
APOYAR invita los entes del Estado, Agencias Internacionales, ONGs y Organizaciones Sociales que trabajan con comunidades indígenas de Arauca a involucrar de manera sistemática el enfoque de género en todas sus acciones. Ello garantizará el afianzamiento de los procesos de empoderamiento y, a futuro, el goce pleno de sus derechos humanos como mujeres indígenas.